en 2019 se fundó el semillero de investigación Diseño web incluyente como una estrategia académica para reunir tres puntos de vista fundamentales: accesibilidad en el diseño, pedagogía de la accesibilidad del diseño y finalmente, investigación de la accesibilidad en el diseño.
Los tres puntos están reflejados en la manera como se ha identificado el semillero. En la imagen que se muestra a continuación, aparece el progreso del concepto que nace como categoría y hoy es un reflejo de la diversidad y la complejidad en el diseño.
El logo de la discapacidad[1] (izquierda) se remonta a 1968. Desde su publicación quiso identificar a la discapacidad como una categoría manifiesta en lo físico – motriz. A pesar de representar una persona en silla de ruedas, restringe su aplicación a un entendimiento de la discapacidad errado e invisibilizando muchas otras formas de vivir y entender la discapacidad.
Este logo que representó también a la accesibilidad en el medio físico ha alcanzado una popularidad muy amplia a escala internacional y se ha aplicado en diferentes entornos, incluida la web. Sin embargo, ha sido objeto de diversas críticas (Ben‐Moshe & Powell, 2007; Jones, 2013):
- Su trazo estático presenta la discapacidad desde rasgos pasivos.
- La silla de ruedas, el producto de apoyo ocupa el centro del logo. De hecho, las primeras propuestas de este símbolo se reducían a la silla de ruedas, a la que se añadió una cabeza por motivos estéticos.
- Anteponer la prótesis puede contribuir a la despersonalización y cosificación, y de esta manera al estigma o prejuicio negativo.
- Representar/visibilizar únicamente un colectivo específico (usuarios de silla de ruedas) y, en consecuencia, referir la accesibilidad física, frente a la heterogeneidad de perfiles y requerimientos del ámbito de la discapacidad (visual, auditiva, etc.).
Afianzar la dicotomía entre la persona con discapacidad (minoría), representada en el logo, y una mayoría ausente del mismo: los ‘normales’/capacitados. En este sentido, contribuir a la segregación.
Sobre el nuevo logo de la accesibilidad, Luis Bascones ha publicado en su trabajo: Lo que cuenta el (nuevo) Símbolo Internacional de Accesibilidad (2018), cómo desde 2015 la Organización de Naciones Unidas publicó el nuevo logo de la accesibilidad “Bajo la concepción de generar un símbolo distintivo y sin estigmatizaciones, la Unidad de Diseño Gráfico del Departamento de Información Pública de la ONU en Nueva York creó este nuevo logo para su utilización mundial al cual se denominó “Símbolo de Accesibilidad”. (Bascones, 2018, p. 207).
El alcance de este nuevo logo ha sido global. Pretende con la figura simétrica orientada a representar una armonía entre los seres humanos en la sociedad. Esta figura humana universal con los brazos abiertos simboliza la inclusión para las personas de todos los niveles, en todas partes. Según Bascones, el logo ha sido creado para crear conciencia acerca de los problemas relacionados con la discapacidad, y se puede utilizar en diversos ambientes físicos y virtuales.
Naciones Unidas menciona que este nuevo logo de accesibilidad “fue revisado y seleccionado por los Grupos Focales sobre Accesibilidad”, se basa en la participación y validación de organizaciones de la sociedad civil, incluidas entidades de personas con discapacidad (Naciones Unidas, 2015). Requiere, sin duda, de un proceso de aprendizaje, que puede ser en especial arduo para personas con dificultades cognitivas.
Como ventaja, cabe apuntar dos antecedentes que pueden contribuir a la popularización del icono: hace tiempo que compañías de alcance global como Apple y Android (el sistema operativo) representan la accesibilidad a través de una persona en pie con los brazos abiertos en un círculo.
Tampoco es difícil no advertir parecido de esta imagen y el hombre de Vitruvio[1].
Sin embargo, esa armonía que parece pregonar en esta imagen ubicada en un círculo perfecto y con posiciones corporales proporcionales son otra apología al imperio de la normalidad. Es decir, cuando se diseña un logo para la accesibilidad basado en las medidas perfectas occidentales, se está cayendo en el abismo de lo mismo que se busca defender: la diferencia y la diversidad.
En el semillero quisimos analizar ese discurso visual y con los /las estudiantes logramos definir esta nueva imagen que da cuenta de la imperfección del mundo real, de las formas que demuestran que no todo debe estar fabricado para una misma horma y que quizá sea más efectivo demostrar que la accesibilidad es una forma de exponer los usos del mundo desde las imperfecciones.
Este logo que no es concéntrico; qué no es perfecto y que sus extremidades son desiguales y quiere connotar movimiento, es, en nuestra opinión, más cercano a la realidad de ciegos, sordos, personas con síndromes físicos y mentales; incluso personas que han vivido accidentes y eventualmente experimentan nuevas condiciones de uso, pero desde otra faceta: la discapacidad.
[1]el dibujo de Leonardo da Vinci que representa la medida del hombre en relación con el cosmos. Este hombre en pie con los brazos abiertos enmarcado en un círculo es una de las imágenes más conocidas del arte renacentista e impresa en nuestra cultura en camisetas, tazas, etc.
[1]Fue diseñado por la estudiante de diseño danesa Susanne Koefoed en 1968. Fue bosquejada por primera vez en una conferencia de diseño radical organizada por la Organización de Estudiantes Escandinavos (SDO). Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADmbolo_Internacional_de_Accesibilidad (Consultado en enero de 2019).